Tendencias | abr 2, 2024
La cultura Wixárika, también conocida como Huichol es una de las más diversas entre los pueblos indígenas mexicanos. Para ellos, la vida material se entrelaza con la espiritual a lo largo de su viaje. Esta característica se observa desde los rituales de agradecimiento a la tierra que habitan, que, no solo se considera un terreno físico, sino que, según la tradición local, los pueblos son parte del territorio al igual que la tierra, las plantas, los animales y las aguas. Su conexión espiritual con la naturaleza es sagrada y digna de reverencia, evidente en sus hábitos sostenibles para la preservación del medio ambiente.
Su organización social se caracteriza por la sabiduría de los ancianos y líderes espirituales, los chamanes. Estos actúan como guías y guardianes de las tradiciones relativas al mundo espiritual. Esta forma de vida fortalece los lazos entre los miembros de la tribu y asegura la continuidad de sus costumbres, ya que los miembros más jóvenes al crecer y adquirir la experiencia necesaria, asumen los roles dejados por los mayores.
Su cultura es un testimonio vivo de la relación entre los pueblos indígenas de diversas partes del mundo y su territorio una conexión que trasciende la tierra como fuente de materia prima para los seres humanos, considerando a los humanos como una parte viva e interconectada a ella.
La región Riviera Nayarit alberga la mayor parte del pueblo Wixárika, lo que convierte a la zona en un punto de preservación. Abarcando áreas como las montañas de la Sierra Madre Occidental y las tierras costeras adyacentes, estas áreas son consideradas sagradas por los lugareños debido a su rica biodiversidad y significado espiritual.
La relación entre los pueblos indígenas y los residentes se caracteriza por la colaboración y el respeto mutuo. Las autoridades locales y las empresas turísticas a menudo colaboran con los Wixárika para promover el turismo responsable y garantizar que sus costumbres sean respetadas y valoradas. Sin embargo, existen desafíos importantes, como la presión sobre el medio ambiente y las formas de vida tradicionales debido al turismo y el desarrollo urbano. Encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación cultural es esencial para garantizar un futuro sostenible tanto para las comunidades como para el medio ambiente.
En Iberostar Selection Playa Mita ubicado en la Riviera Nayarit de México, los huéspedes experimentan una verdadera inmersión en la cultura Wixárika. El resort ha desarrollado una relación saludable a largo plazo con la población local, ya que un pilar fuerte de Iberostar es desarrollar y promover el turismo sostenible en todo el mundo. El complejo se esfuerza por incorporar elementos auténticos de la cultura local en sus ofertas, brindando a los huéspedes una inmersión genuina en el rico patrimonio de este pueblo indígena. Exposiciones de arte, espectáculos que valoran y muestran la cultura, y una variedad de platos en el menú, no solo celebran, sino que también respetan y preservan la singularidad de las tradiciones locales.
Además, la alianza entre Iberostar Selection Playa Mita y los artesanos refleja un compromiso tangible con la responsabilidad social y la sostenibilidad. Al apoyar las iniciativas de comercio justo y promover la prosperidad compartida, no solo enriquece la experiencia de los huéspedes, sino que también contribuye al desarrollo sostenible y la preservación de las comunidades locales. Este enfoque demuestra una profunda comprensión de la importancia de preservar y valorar las tradiciones culturales indígenas, al mismo tiempo que se promueve un turismo responsable y consciente, se refuerza el compromiso con el uso responsable de los recursos naturales, y se aprende de la población local no solo sobre la consideración de la tierra como una mera fuente de materia prima y territorio físico, sino también como parte de ella.